La presión cerebral... el agua, todo se confabula. Junto con las nubes y el pequeño pajaro que se posa en mi ventana, mienten. Todos pretenden empujar mi reloj, acelerarlo, molestarme. Cada segundo que pasa es impulsado por la cortina a lunares que volando desde mi habitación se rie de mi, cada vez más fuerte. La escucho reír y llora cuando me río, odia escucharme reir porque sabe que soy más fuerte que ella, que podria tomar los filos del comedor y transformar esos lunares en formas semicirculares. Te odio cortina a lunares que vuela con gracia en mi habitación! aunque no existas, aunque no te tenga. Te odio!
mientras leia pensaba en que comentarte..
ResponderEliminary dije, ahora le voy a poner que no tiene cortina a lunares.
y segui leyendo
y changos!